martes, 19 de enero de 2021

CAPÍTULO 21. CURSO 1986-87. COLEGIO SAN JACINTO. SEVILLA. #SIEMPREFUIMAESTRA

CAPÍTULO 21. CURSO 86-87. COLEGIO SAN JACINTO. SEVILLA.

En este curso comenzaba a trabajar siendo ya funcionaria de carrera. Mi nombramiento había salido publicado en los BOE del día 1 y 2 de septiembre de 1986. 




Yo estaba muy feliz de tener mi título y comenzar esta nueva etapa. 


El curso anterior, como ya comenté, por ser la de las primeras de la lista, me tocó irme a Lepe. Así que este año y por el mismo motivo, me tocó quedarme en Sevilla, en mi barrio de Triana, al lado de mi casa, en el Colegio San Jacinto de Triana.

Este sí iba a ser mi primer año de vivir y trabajar en Sevilla. Estaba ilusionada y contenta ante esta nueva etapa en mi camino, que me permitía acometer nuevos proyectos, formación y más oportunidades. 

Muchas veces había pasado por la puerta de este centro educativo situado junto a la hermosa Iglesia de San Jacinto, pero siempre había pensado que era un colegio privado, porque el alumnado llevaba uniforme. Me sorprendí mucho cuando éste fue mi destino y descubrí que era un centro público.

Entrar en el edificio, ya me trasladaba a otra época por su estructura, sus azulejos, las amplias escaleras y los crucifijos que aún estaban en todas las clases. 

Este lugar tenía una amplia historia. Había sido un colegio sólo de niñas mientras que el José María del Campo, situado en la misma calle y en la acera de enfrente, había sido sólo de niños.

Para mí era muy curioso ver que en nuestro centro, sólo había chicos y chicas hasta 4º de EGB. Los demás cursos eran sólo de chicas. Yo siempre, hasta entonces, había trabajado en colegios mixtos.

En su página web podemos leer:

"El Centro de Educación Infantil y Primaria San Jacinto está situado al oeste de la ciudad de Sevilla. Se ubica en el corazón del famoso barrio de Triana, en la calle Pagés del Corro nº 88. Nuestro Centro tiene, al igual que Triana, una amplia trayectoria histórica, tanto desde el punto de vista del edificio que lo alberga como desde su constitución como Escuela Municipal. El edificio fue construido como convento por los hermanos dominicos sobre la ermita de la Virgen de la Candelaria (1651).

El colegio ha recibido diversos nombres a través de su historia: Escuelas de Triana, Escuelas del exconvento de San Jacinto, Grupo Escolar Miguel de Cervantes, y, de nuevo, San Jacinto. Sobre su historia existe un libro publicado en 1995, cuyos autores, Concepción Hernández García y Virgilio Martín Herrero, titularon “Memorias de un colegio de Triana: San Jacinto” y que fue prologado por la Inspectora de E. Primaria Isabel Álvarez. Según esta fuente y otras consultadas al respecto, se puede afirmar que este centro puede ser considerado el segundo de los que empezaron a funcionar como escuelas municipales. Hasta 1850 no comienzan a funcionar las escuelas programadas (una de niños, otra de niñas y otra de párvulos) y desde entonces no han cesado en su labor educativa, si bien fueron ampliando sus aulas y parece que también funcionó una Biblioteca que luego pasaría al colegio José Mª. del Campo."

El primer día que llegué al centro con mi nombramiento, me dijeron que ellos/as no querían ni ese aula, ni una profesora de E.E. (que era yo), ni la Integración. 


Esa fue mi primera experiencia y la primera dificultad a la que tuve que enfrentarme. Ya comencé a intuir que no iba a ser fácil poder trabajar allí con esas circunstancias tan adversas, pero poder superar esas dificultades, me motivaba aún más. Ya estaba acostumbrada a luchar y pelear por lo que creía que era justo y con el decreto del 6 de marzo de 1985 en la mano, tenía argumentos.

Aún conservo una nota escrita a mano, del primer claustro en la que comento tres veces que "a un niño en preescolar no hay que ETIQUETARLO". Ya comenzaba yo entonces, a intentar que los demás rompieran las etiquetas.

Ésta a pesar de ser una de las situaciones más complejas a las que he tenido que enfrentarme en mis años de maestra, fortaleció mis ganas de trabajar y de luchar por la Integración, por el alumnado y sus familias.

El aula de Educación Especial del Colegio San Jacinto se había creado dos cursos antes. Comenzó a funcionar sin el apoyo del claustro, ya que éste creía que era un aula de "apoyo" para los alumnos de este centro y no fue así. 

En este aula se atendía a niños/as de otros centros educativos del barrio, más concretamente del colegio José Mª Izquierdo y creo que el otro era el Colegio Elena Canel. Eran alumnos/as que ya estaban escolarizados en sus centros desde hacía varios años, a los que se diagnosticó y se mandaron al aula de E.E. del colegio San Jacinto, porque en sus centros no había aula de E.E.

Sus familias eran las encargadas de ir cada día a recogerlos a sus centros educativos y traerlos para trabajar en el aula de E.E. y luego, llevarlos nuevamente a sus centros.

Mi comunicación con estas familias era buena, pero con los maestros/as y tutores/as de esos centros educativos era bastante escasa y la coordinación prácticamente inexistente.

El primer año que se abrió el aula de E.E. del colegio San Jacinto, el profesor destinado a ella, ante la perspectiva de que el alumnado de los otros colegios permaneciera todo el día en el aula de E.E. del Colegio San Jacinto, optó porque siguieran integrados en sus centros y sólo fueran al aula de E.E, el tiempo necesario para su recuperación.

El segundo año, llegó otro profesor nuevo que continuó en la misma línea.

Ésta era a grandes rasgos la historia del aula a la que iba destinada y que me empeñé en que se transformara en un Aula de Apoyo a la Integración, aunque la mayoría no lo quisieron aceptar en todo el curso. Pero la realidad  era que en ella no permanecía ningún alumno todo el día, sino que se integraban en sus clases ordinarias. No era fácil, pero lo conseguimos.

Yo también me encontré, como ya he comentado, con la oposición radical del claustro que ya de entrada decían "No a la Integración".

El curso anterior, el espacio dedicado al aula de E.E., era una sala que compartía con la APA, de la que la separaban unos armarios. 

Para este curso la habían cambiado de lugar y ocupaba el espacio que el curso anterior era la secretaría, situada a la entrada del centro, a mano izquierda, junto al despacho de la directora.

Este pequeño espacio estaba lleno de papeles, de cosas inservibles, viejas... Así que lo primero que tuve que hacer fue acondicionar ese local: sacar todo lo viejo, tirar las cosas inútiles y comenzar a buscar por todo el centro  armarios, pupitres, pizarra... 

Una vez más (y esta ha seguido siendo la tónica durante todos los años que he trabajado), me tocaba MONTAR EL AULA y buscar los recursos y materiales.

Recuerdo que el espacio lo pintaron de blanco, yo pinté el marco de una vieja pizarra de color rojo, llevé unas macetas que coloqué en la pared y acomodé una estanterías de hierro negro. 

Poco a poco, aquél espacio se transformaba en una clase acogedora, con colores y con muy poca luz natural. No recuerdo que tuviera ninguna ventana. Sólo entraba algo de luz natural por los cristales de la parte superior de la única puerta de entrada al aula.

El siguiente paso fue la adquisición de material. Del curso anterior había dos o tres juegos deteriorados y nada más. El centro compró algunas cosas, pero era imposible trabajar en esas condiciones. A esta dificultad había que encontrarle una solución.

Reuní a las familias para llegar entre todas ellas a una solución: cada familia puso dinero (1000 pesetas) y fuimos a comprar material educativo, de psicomotricidad... Con los materiales imprescindibles, pude comenzar a trabajar.

Luego, tocaba, como siempre, conocer los documentos oficiales del centro, leer la memoria del año anterior y buscar los informes de los alumnos/as. 

Sólo estaban diagnosticados por el EPOE los alumnos/as que venían de los otros centros educativos. Los dos alumnos nuevos escolarizados para este curso en el colegio San Jacinto no tenían diagnóstico, así que me puse en contacto con el EPOE y lo diagnosticaron.

Paralelamente, fui tomando contacto con las maestras del centro (creo recordar que sólo había un maestro que era de Educación Física) sobre todo de preescolar y ciclo inicial de EGB, para ver cuáles eran los alumnos/as que tenían dificultades.

A los alumnos/as que presentaban dificultades les pasé algunas pruebas pedagógicas y después de ver cuáles eran los/as que más lo necesitaban, confeccioné los grupos y el horario.

Pero aún había otro problema. Los cinco alumnos/as que venían de los otros centros, se integraban en sus colegios, mientras los dos alumnos nuevos que llegaban al colegio San Jacinto tenían que integrarse en las clases en este centro que no quería Integración.

Como el claustro había dicho no a la integración, planteé dos alternativas: 

-El aula de E.E. se convertía en un aula de Apoyo a la Integración, y los dos alumnos/as nuevos se integraban en las aulas ordinarias en este centro y yo podía atender a otros alumnos/as con dificultades, tanto de ciclo inicial y medio, o

-El aula de E.E. seguía siendo un aula de E.E. y los alumnos/as no se integraban en las aulas ordinarias y yo sólo atendía a los alumnos/as que estuvieran diagnosticados por el EPOE.

No hubo problemas con estos dos alumnos ya que dos profesoras se decidieron a Integrarlos en sus aulas a pesar de estar el claustro en contra. Estas dos profesoras eran Mª del Carmen F. (1º de ciclo inicial) y Mª  del Carmen V. (preescolar). Así pues, el Aula se convirtió en un aula de Apoyo a la Integración.

Uno de los cinco alumnos que estaban matriculados en este aula, Rocío, no asistió a mi clase porque el aula ya estaba muy llena y la profesora del Aula de E.E. del colegio José María del Campo, Mª Isabel, la tuvo en su aula todo el curso. No hubo problemas porque ella y yo trabajábamos la misma programación coordinándonos semanalmente. Para el curso siguiente esta alumna volvería al colegio San Jacinto.

Realice cuatro grupos:

*Grupo A. Formado por 6 alumnos/as de preescolar, 1º EGB y de los otros coles. Con ellos trabajé las Técnicas Madurativas Básicas. Tenían un horario en el aula de E.E. de 9,30 a 11,30 todos los días. Luego iban a sus aulas ordinarias. Dos de los alumnos eran nuevos en el centro y en el aula.

*Grupo B. Formado por 7 alumnos/as de 1º y 2º de EGB y de los otros coles. Con ellos trabajé las Técnicas Instrumentales Básicas. Venían al aula de 12 a 1 todos los días. El resto del horario escolar estaban en sus aulas ordinarias.

*Grupo C. Formado por 5 alumnos/as de distintos cursos de EGB. Con ellos trabajaba todo lo relacionado con las dificultades en la construcción sintáctica, articulación, vocabulario, comunicación...

*Grupo D. Formado por 10 alumnos/as, subdivididos en dos grupos de los cursos 3º, 4º y 5º de EGB. El alumnado del primer grupo asistió al aula todo el curso, mientras que los del otro grupo sólo algún trimestre. Con ellos trabajé las TIB sobre todo, la lecto-escritura. 

Éste fue el horario que me confeccioné. 

También elaboré la programación anual, el plan de trabajo, los cuadrantes con los grupos y distintos horarios...





Tengo pocos recuerdos del espacio en el que este curso realizaba las sesiones de psicomotricidad. Lo que sí recuerdo vivamente es que también realizaba sesiones con el grupo clase completo de las aulas ordinarias en las que estaban integrados los alumnos/as. 

Las sesiones siempre las tenía muy programadas y aún conservo los dibujos que los chicos/as de ciclo inicial realizaban al finalizar la sesión, con lo que más les había gustado.


La metodología que empleaba era totalmente activa y participativa centrada en los intereses de los alumnos/as. Cada chico/a tenía su ritmo y disponía siempre de tiempo suficiente para hacer los trabajos.

Siempre partíamos de centros de interés atractivos y motivadores. Cualquier aprendizaje se realizaba pasando siempre por la fase vivencial, manipulativa y gráfica. Los aprendizajes estaban basados en la vida real y cotidiana.

Los alumnos/as en todo momento tenían libertad para expresar sus ideas y participar en todas las actividades. El refuerzo positivo y las conductas incompatibles, siempre daban buenos resultados. 

La evaluación siempre continua y personalizada evaluaba no sólo el rendimiento conseguido según su nivel, sino también el esfuerzo, el interés, la cooperación, la socialización... 

A final de curso, en el mes de junio, dejaba recogido los aprendizajes realizados por cada alumno/a, en la carpeta de expediente que le abrí a cada uno de ellos, para que en el curso siguiente, pudieran partir de los aprendizajes interiorizados.

Siempre he considerado que es muy importante el trabajo en otros campos de actuación a nivel de centro.

Durante todo el curso mantuve un contacto muy estrecho y sistemático con las dos maestras de preescolar, Mª del Carmen y Rosario. Para mí era muy importante coordinarme con las maestras de preescolar porque hacíamos prevención de las dificultades, a través de un control sistemático de la maduración de cada alumno/a, con el objetivo de detectar cuanto antes aquellos alumnos/as que podían tener graves dificultades madurativas.

En esta prevención pasaba el ABC, una prueba de grafomotricidad, el esquema corporal, la lateralidad...



A lo largo de los tres trimestres llevamos un control de esa maduración, que recogí en la memoria final de curso.

Durante todo el curso mantuve contacto y colaboración con el EPOE de Bellavista.

Semanalmente me reunía con Mª Isabel, profesora de E.E. del colegio José María del Campo para programar conjuntamente.

También tuvimos contactos con otros compañeros/as de E.E. que aprobaron las oposiciones con nosotras y creamos un Seminario Permanente de Educación Especial para el próximo curso.

El contacto con las familias fue frecuente, sobre todo, con las de los alumnos/as que tenían más dificultades.

En la memoria final de curso, que consta de 18 páginas escritas con mi antigua máquina de escribir, se recoge el material con el que contaba el aula al final de curso, así como la previsión para el curso siguiente, los posibles agrupamientos, las conclusiones y un anexo con algunos ejemplos de cómo habíamos trabajado la lecto-escritura.


 




 

En este curso complejo también hubo algunas dificultades en las relaciones entre la dirección y la APA. Entre la documentación de este curso, he encontrado algunos documentos:




También conservo una carta de una maestra de otro centro con recomendaciones sobre una de las alumnas a escolarizar, la convocatoria al claustro final de curso,  un documento sobre la responsabilidad civil del centro... 





Este curso y ya en Sevilla, mis ganas y oportunidades de seguir formándome continuaron. Seguí leyendo muchos libros, artículos, legislación...




Participé en jornadas, encuentros, cursos, seminarios:

-JORNADAS DE FORMACIÓN PROFESIONAL ESPECIAL. Sevilla. 11, 12 y 13 de Noviembre de 1986.

-I ENCUENTRO ANDALUZ DE PSICOMOTRICIDAD. Córdoba. del 5 al 8 de Diciembre de 1986.

-III ENCUENTRO SOBRE EL CUERPO EN LA ESCUELA. Sevilla.  del 11 al 13 de Diciembre de 1986.

-Curso EL DESARROLLO DE LAS HABILIDADES DE LA COMUNICACIÓN Y EL LENGUAJE EN EL DISCAPACITADO MENTAL O MÚLTIPLE. Universidad de Sevilla. del 23 al 27 de Febrero de 1987.

-III JORNADAS PEDAGÓGICAS DE LA COSTA GRANADINA. Motril (Granada) 27 y 28 de Febrero y 1 de Marzo de 1987.

-III CURSO UNIVERSITARIO sobre PATOLOGÍA DEL LENGUAJE. LOGOPEDIA Y EDUCACIÓN ESPECIAL. Sevilla. 12, 13 y 14 de Marzo de 1987.

-Seminario sobre FORMACIÓN DEL PROFESORADO Y EDUCACIÓN ESPECIAL. I.C.E. Sevilla. del 7 al 9 de Abril de 1987. 12 horas.

-AREAS DE INTERVENCIÓN EN PSICOLOGÍA Y CC DE LA EDUCACIÓN. UNED Sevilla. Abril 1987.

 



En el curso anterior cuando fui al VII Congreso Internacional de Psicomotricidad en Niza, decidimos que en este curso pondríamos en marcha el  Seminario Permanente de Psicomotricidad

En enero de 1987 nos reuníamos unos cuántos de maestros/as muy interesados/as en seguir autoformándonos y trabajando la psicomotricidad. Estábamos poniendo los pilares de un seminario permanente que se prolongó durante muchos años y del que fui coordinadora durante algunos cursos.

En este curso los EPOEs (Equipos de Promoción y Orientación Educativa) de Sevilla realizaron unos programas de desarrollo para distintas áreas, que aún conservo. 


En abril salió la ORDEN de 27 de abril de 1987, sobre planificación de la educación especial y ampliación de la experimentación en materia de integración en la Comunidad Autónoma de Andalucía para el curso 87/88.

En esta orden se recogía:

3º. Cuando los Proyectos de Integración se planifiquen para ser llevados a cabo conjuntamente por dos o más centros la solicitud a que se refiere el artículo dos, suscrita por todos los Centros que pretendan participar en aquélla, será presentada en representación de todos ellos por el que cuente con mayor número de unidades; en caso de igualdad por el que disponga de mayor número de instalaciones y de subsistir la igualdad por el de mayor antigüedad de creación o de autorización. En todos estos casos dicha solicitud deberá ser acompañada por la documentación correspondiente a cada Centro.

4º. Los Centros de Preescolar y de Educación General Básica de nueva creación podrán ser propuestos como Centros de Integración por la Delegación Provincial correspondiente, dentro del plan y en las líneas marcadas por esta convocatoria.

5º. Los Centros específicos de Educación Especial podrán, asimismo, presentar un Proyecto que posibilite la Integración de los alumnos escolarizados en ellos en otros Centros Ordinarios de su zona de influencia. Dicho Proyecto constará necesariamente de:

a) Plan de Apoyo y seguimiento que el personal del Centro Específico realizará con los alumnos que efectivamente se integrarán.

b) Propuesta de Integración de los Centros en los que se integrarán los alumnos.

c) Proyecto educativo que posibilite la Integración de estos alumnos. Este Proyecto será realizado conjuntamente por los Centros Específicos y los Centros en los que se integrarán los alumnos.

d) Los Centros donde se vaya a realizar la integración deberán acompañar a la solicitud del Centro Específico la documentación referida en el artículo dos de esta Orden.

6º. Los Centros de Formación Profesional podrán presentar proyectos para la Integración de alumnos que, dado a sus minusvalías requieran una Formación Profesional Especial: Adaptada o de Aprendizaje de Tareas. Estos Proyectos perseguirán la capacitación del alumno en técnicas y aprendizajes profesionales que favorezcan y fomenten su desarrollo personal y su futura Integración socio-laboral.

7º. En las Delegaciones Provinciales se constituirá una Comisión Provincial de Integración y de Educación Especial, tal como se recoge en la disposición adicional quinta del Real Decreto.

10º. En cualquier caso todos los Centros autorizados para llevar a cabo la integración contarán con las siguientes características singulares:

a) La posibilidad de reducir a 25-30 la promoción de alumnos por aula, en aquéllas donde ser realice la integración.

b) La preferencia para recibir la atención de los Equipos de Orientación y los Equipos de Apoyo a la Integración.

c) Prioridad por parte del profesorado que realice la Integración, para participar en cursos de renovación y seminarios.

d) La dotación de un profesor de apoyo por cada 10 unidades o fracción que realicen la Integración en el caso de los Centros Públicos.

e) La inclusión de una unidad de apoyo a la Integración por cada diez unidades o fracción que realicen la Integración para los Centros concertados, en el marco de su Concierto Educativo.

f) En el caso igualmente de Centros Públicos la estabilidad de su profesorado destinado a las unidades en las que se realice el Proyecto de Integración que le sea aprobado, durante tres años, en cumplimiento de lo establecido en el apartado cuarto de la disposición final segunda del Real Decreto 334/85 de 6 de marzo.

g) La participación en dichos Proyectos se considerará mérito docente.

En junio, finalizando el curso salió la RESOLUCION de 23 de junio de 1987, de la Dirección General de Ordenación Académica, sobre organización y funcionamiento de Centros de Preescolar y Educación General Básica dependientes de la Comunidad Autónoma de Andalucía.

Y en esta Resolución, otro apartado que logré también aprenderme de memoria para los cursos siguientes, porque en ella se recogía perfectamente lo que yo venía diciendo y haciendo durante los años anteriores.

2. El apoyo a la integración:

A la hora de elaborar la programación general es necesario contar con las orientaciones y actividades que los profesores de apoyo a la Integración deben realizar conjuntamente con los profesores tutores y los equipos de apoyo.

Hay que tener en cuenta en el caso de Centros de Educación Especial, la interconexión que debe haber entre el profesorado, el personal dedicado a tratamientos personalizados de refuerzo pedagógico y los Equipos de Apoyo. 2.1. El Profesor de Apoyo a la Integración.

Se indican aquí algunas líneas del perfil profesional y actividades a desarrollar por el profesor de apoyo a la Integración.

2.1.1. El profesor de apoyo a la Integración es el que presta su atención profesional a aquellos alumnos con necesidades especiales y que están integrados en aulas ordinarias.

Su tarea primordial consistirá en proporcionar a dichos alumnos el refuerzo pedagógico necesario para la consecución con éxito de su proceso educativo.

Esta tarea podrá ser ejercida dentro y/o fuera del aula, directamente al alumno, el profesor y/o ambos.

2.1.2. Las funciones del profesor de apoyo serán:

a) La elaboración de programas generales, adaptados o de desarrollo individual que se requieran para la correcta atención de los alumnos que lo necesiten.

b) El seguimiento de esos programas en cada uno de los alumnos que lo necesiten.

c) La realización de los aspectos concretos de los programas que requieran una atención individualizada o en pequeño grupo, dentro o fuera del aula.

d) La orientación a los profesores-tutores de los alumnos atendidos en lo que se refiere al tratamiento educativo concreto de dichos alumnos, así como en aquellas orientaciones de carácter preventivo de posibles dificultades que, con carácter general, pudieran surgir en el resto de alumnos del grupo.

e) La elaboración de material didáctico.

f) La colaboración con el profesor-tutor del aula en la orientación a los padres de los alumnos que atienden, con vistas a lograr una participación activa en el proceso educativo de sus hijos. 

g) Servir de nexo y elemento coordinador entre los Equipos de Apoyo y Atención Temprana del sector y el Centro Escolar.

2.1.3. El horario y contenido de la jornada del profesorado de apoyo a la Integración será el establecido con carácter general para el resto del profesorado del mismo nivel educativo.

2.1.4. Los profesores de apoyo a la integración serán los seleccionados a tal efecto por la Delegación provincial correspondiente. 

2.1.5. La adscripción de los profesores de apoyo a la Integración a los grupos de alumnos que se establezcan, se hará teniendo en cuenta la especialización y experiencia profesional de los profesores de apoyo seleccionados.

2.1.6. El profesor de apoyo a la Integración podrá prestar sus servicios con carácter fijo en su centro, o con carácter itinerante en los Centros que se le encomienden, de acuerdo con la planificación elaborada por cada Delegación Provincial.

El profesor de apoyo a la Integración con carácter fijo en un Centro, formará parte a todos los efectos del Claustro de profesores y de los equipos docentes correspondientes.

El profesor de apoyo a la Integración con carácter itinerante podrá participar, cuando se considere conveniente para la mejor atención de los alumnos, en los Claustro de Profesores y en los equipos docentes de los centros.

2.1.7. La mayor parte del programa de integración debe desarrollarse dentro del aula y con todo el grupo, lo que supone que habrá de diseñar una estrategia que implique el planteamiento de tareas que puedan ser abordadas a diversos niveles por los niños.

Existen además otras actividades que, debido a sus peculiaridades, resultan más eficaces realizadas fuera del aula durante breves períodos de tiempo de forma individual, o en pequeños grupos. Se incluirán en estas actividades:

a) Tratamiento logopédico

b) Rehabilitación física

c) Determinados programas de atención

d) Programas de estimulación

2.1.8. El horario contemplará las posibilidades de agrupamiento flexible de los alumnos que permita el desarrollo de actividades de refuerzo pedagógico y de atención personalizadas.

Los Centros Públicos incluirán en el horario no lectivo del profesorado, como actividades computables, las reuniones con los Equipos de Apoyo del Sector. (Para el seguimiento de los alumnos, intercambio de experiencias, etc).

2.2. Los Equipos de Apoyo a la Integración y Atención Temprana: Sus funciones básicas irán dirigidas a:

2.2.1. Participar en la elaboración del programa de desarrollo individual, así como en el seguimiento y propuestas de modificación del mismo, en colaboración con el profesor de apoyo a la integración y el profesor tutor del aula en la que se siga el proceso de Integración del niño disminuido o inadaptado.

2.2.2. Proporcionar la asistencia técnico-pedagógica que precisen tanto el profesor-tutor como el profesor de apoyo. Asimismo proporcionar asesoramiento a los padres para facilitarles su intervención en el proceso educativo de sus hijos.

2.2.3. Proporcionar a a los alumnos que lo precisen el tratamiento y atenciones personalizadas que se desprendan de la minusvalía atendida, en aplicación a su programa de desarrollo individual.

2.2.4. Establecer en lo posible dentro del ámbito de sus competencias profesionales, y en colaboración con otros organismos competentes, un plan de actuación en orden a la prevención y corrección de minusvalías detectadas en aquellos casos en que, aún no encontrándose el niño en edad de escolarización, se pueda intervenir estimulando su proceso de desarrollo y socialización.


Como ya comenté en otro capítulo anterior, en el curso que trabajé en el preescolar de Almonte, decidí posponer mis estudios de Psicología hasta tener aprobadas las oposiciones.

Este curso era un buen curso para volver a la facultad. Pero cuando decidí matricularme, coincidió que en una publicación de un periódico se decía: se necesitan psicólogos absténganse los licenciados por la facultad de Sevilla. Al parecer, los estudios de Psicología no tenía buena fama, en esa época.

Yo tenía interés en estudiar psicología para aprender, así que decidí matricularme en el Curso de Adaptación (curso puente) para estudiar Psicología en la UNED (Universidad Nacional de Educación a Distancia).

Tenía muy claro que sólo me iba a matricular de algunas asignaturas porque ya estaba trabajando, realizando formaciones diversas, comenzando a montar dos seminarios uno sobre Educación Especial y otro sobre Psicomotricidad y como era funcionaria, me saldría gratis las matrículas mientras no suspendiera.

Quería seguir en mi línea de estudiar sin tener que pagar, aunque tuviera que trabajar y esforzarme mucho.

En este curso me matriculé de dos asignaturas:

-Psicología Matemáticas II (ADAP).

-Metodología y Teoría de la psicología (ADAP).

Muy pronto descubrí la dureza de estudiar a distancia. Los libros inmensos, los temarios completos, con poca ayuda, con la posibilidad de alguna consulta a algún profesor en la vetusta sede de la UNED en Sevilla, situada en la Universidad Laboral, que a día de hoy, es la UPO (Universidad Pablo de Olavide).

Había dos convocatorias para realizar los exámenes, una en febrero y otra en junio. Los exámenes llegaban en sobres desde Madrid. En cada convocatoria había dos semanas consecutivas para poder presentarse al examen. 

El día del examen nos juntaban a todos los estudiantes de múltiples asignaturas y de distintos cursos y carreras, en unos salones enormes. Nos iban nombrando y situando en el lugares concretos. 

Luego, a cada alumno/a nos repartían el examen correspondiente a nuestro curso, asignatura y carrera y comentaban a contar los tiempos que teníamos para hacer los exámenes.

Cada profesor/a en su materia, comentaba el tipo de examen que pondría: preguntas de a,b,c,d que restaban nota si te equivocabas, preguntas cortas, preguntas amplias a elegir tema...

Estudiabas por tu cuenta, te planificabas y te lo jugabas todo a la carta del examen. Era duro y a veces, desesperante. Pero yo aprendí mucho porque eso era lo que iba buscando.

Así que estudiabas, ibas al examen y luego, la larga espera hasta que aparecía en el buzón de correos de mi casa una carta con una especie de papeleta dentro con la nota. Yo aún conservo casi todas. 


También conservo los justificantes que me daban por faltar esos días al colegio para hacer los exámenes.

Bastante pronto descubrí que había que hacerse con los exámenes de cursos anteriores, porque a partir de ellos, podía ver a qué contenidos les deban más importancia, cómo enunciaban las preguntas...

Aquél curso recuerdo que comenzamos el curso de adaptación unos 30 maestros/as, que poco a poco, lo fueron dejando y creo que al final, terminamos la carrera dos o tres. 

Puedo decir que este curso realicé muchísimo trabajo y esfuerzo para poder llevarlo a buen puerto, entre el trabajo en el cole, la formación reglada y no reglada, las coordinaciones, la puesta en marcha de los Seminarios Permanentes, la colaboración con el EPOE, los estudios de la UNED...

En este curso se crearon los Centros de Profesores. En el Decreto16/1986 de 5 de febrero sobre creación y funcionamiento e los Centros de Profesores (CEP), en el que se recogía:

"Un nuevo concepto de formación del profesorado: A través de los Seminarios Permanentes, como sistema de perfeccionamiento en equipo, la posibilidad de innovación y experimentación en cualquier Centro, y el aumento, en general, de los cursos, intercambios, encuentros e información pedagógica.

Estas distintas vías necesitan hoy unos organismos democráticos, flexibles y cercanos al profesorado desde donde puedan ser coordinadas, apoyadas y rentabilizadas: Los Centros de Profesores. Los Centros de Profesores se perfilan así como plataformas estables para la formación, el estudio y el trabajo en equipo de profesores de todos los niveles educativos, gestionadas de forma democrática y participativa, y apoyadas por la Administración"

En este curso salió también el concurso de traslados. Yo estaba deseando que me dieran un destino definitivo que me permitiera construir integración a lo largo de varios años y durante ellos dejar de montar aulas y comenzar cada año de nuevo.

En la RESOLUCION de 19 de mayo de 1987, de la Dirección General de Personal, por la que se anuncia convocatoria pública para la solicitud de adjudicación de destino provisional para el próximo curso 87/88 a profesores de EGB, provisionales y demás colectivos pendientes de colocación.

Finalizando junio llegaron las ansiadas vacaciones de verano, en las que pude descansar, realizar pequeños viajes a entornos cercanos, disfrutar de los atardeceres en mi playa de Matalascañas que ya comenzaba a saturarse y dejar de ser mi paraíso...

...CONTINUARÁ...

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