martes, 16 de marzo de 2021

CAPÍTULO 25. CURSO 1990-91. COLEGIO LEPANTO. MAIRENA DEL ALJARAFE. #SIEMPREFUIMAESTRA

CAPÍTULO 25. CURSO 1990-91. COLEGIO LEPANTO. MAIRENA DEL ALJARAFE. 

Comenzaba la nueva década de los 90 trabajando en el Colegio Lepanto, un centro que abrió sus puertas en abril de 1985. 

Yo llegaba a este colegio, con destino definitivo, en el curso 1990-91, ilusionada y contenta porque el trabajo realizado durante los tres últimos cursos en el CEIP Los Eucaliptos de Olivares, había sido muy intenso, pero muy reconfortante.

 

Ya tenía entre mis manos, una experiencia real en la construcción de la Integración y muchas barreras superadas en esa construcción, que me podían permitir poder ir más rápida en esta nueva etapa que comenzaba.

El CEIP Lepanto está situado en la barriada que lleva su mismo nombre y constaba de tres edificios. El de Preescolar, que estaba a unos 450 metros de los dos edificios principales, contaba de 4 aulas de infantil,  2 de 4 años y 2 de 5 años y era conocido popularmente, como el "Lepantito". En la actualidad, ese edificio es el Centro de Educación Permanente de Adultos.


En los dos edificios principales estaba el alumnado y profesorado de 1º a 8º de EGB. Uno de los edificios, el rectangular, se construyó primero y según tengo entendido, enseguida se quedó pequeño y comenzaron a construir el segundo edificio de forma casi semicircular, separado del anterior y justo enfrente. Esta situación espacial era bastante incómoda sobre todo en invierno. Cuando yo llegué ya estaban funcionando los dos edificios desde mediados del curso anterior.

Por la información que tengo de los cinco cursos anteriores a mi llegada, desde el curso 1985-86 al 89-90, sé que el primer año en el aula de E.E. estaba un maestro que atendía a 12 alumnos/as. En el curso 86-87 estaba una maestra. En los cursos 87-88 y 88-89 ya había dos maestras: una de E.E  y otra de Apoyo a la Integración que atendían a 18 alumnos/as. No tengo información exacta de las características del alumnado que era atendido en esos cursos por esos maestros/as.

En el curso 89-90, también había dos maestras, una de ellas definitiva en el aula de E.E y la otra de apoyo a la integración. De ese curso, que fue el anterior a mi llegada, conservo el documento de la memoria, porque es precisamente lo primero que hice al llegar al centro, como solía hacer siempre: leer el proyecto educativo, los documentos oficiales del centro y la memoria de E.E del curso anterior.

En él se recoge, en la introducción "...los diversos problemas con los que nos encontramos a la hora de iniciar nuestro trabajo en el centro de cara al plan organizativo de la integración, y como consecuencia de ello la gran hostilidad y el ambiente enrarecido existente en el claustro...".

"...se manifestaron actitudes a favor y en contra del proyecto de integración llevado a cabo por otros compañeros del centro desde el curso 1987-88, debatiéndose el futuro de dicho proyecto. No quedando las cuestiones claras a este respecto, se hizo necesaria la presencia del inspector de zona..."

En esa memoria se recoge que la inspección acordó que acudirían al aula las 6 alumnas diagnosticadas, que estarían en integración combinada y recibirían atención individualizada por parte de la maestra de E.E. en el aula específica y un seguimiento en el aula ordinaria, a cargo de la maestra de apoyo a la integración.

Al parecer, en ese curso hubo un desdoble por la construcción del edificio semicircular, que terminó en el segundo trimestre del curso.

En este centro ya había habido una propuesta para solicitar ser centro de integración a través de un Proyecto, que fue presentado al Consejo Escolar en la reunión del 15 de junio de 1987.

A mi llegada me encontré que el centro no contaba con Proyecto de Integración aprobado oficialmente. El horario escolar era de jornada continua de 9 a 2.

El aula de E.E. estaba en la planta baja del edificio rectangular, a la entrada del centro, a la izquierda, junto a la sala de profesores. No era un aula, sino un despacho. El aula de apoyo a la integración estaba situada en la planta de arriba del mismo edificio, también en la parte izquierda, pero tampoco era una clase, mas bien un despacho. En la planta de abajo, al fondo del pasillo a la derecha, había un espacio pequeño, una especie de almacén dónde se guardaban los materiales, en el que estaba el despacho del EPOE.

La clase de apoyo a la integración era un espacio semi vacío. Así pues, nuevamente, me tocaba montar el aula, buscar el mobiliario, los materiales, acondicionar los espacios, decorarla, etc.

Yo siempre he dado mucha importancia a la psicomotricidad, así que en este centro también propuse tener un espacio para poder trabajarla. En el edificio semicircular, había un espacio entre las aulas de los grupos clase, que parecía un "quesito del Caserío" (por eso todos, alumnado y profesorado, le llamábamos "el quesito"), que acondicionamos con moquetas y materiales de psicomotricidad que fuimos adquiriendo poco a poco.

Desde el comienzo de curso tuve la sensación de que el ambiente del claustro era tenso, no había grandes consensos y había como dos grupos. Esa sensación se iba convirtiendo en certeza, a medida que avanzaban los meses. 

Yo estaba ilusionada por volver a trabajar con otra compañera e imaginaba que tendría la misma línea integradora que yo. Pero en poco tiempo nos dimos cuenta, que ambas, teníamos diferentes modos de ver y de construir la Integración.

En la introducción de mi memoria final de curso recojo que hay dos modelos de escuelas (Tonucci) y que mis propuestas de trabajo durante todo el curso fueron encaminadas a aportar granitos de arena que ayudaran en el desarrollo del segundo modelo de escuela:

"...la escuela que acepta a cada uno COMO ES, parte de la consideración de que el niño SABE COSAS, y el maestro garantiza que cada uno avance en su conocimiento con la contribución de los demás. Esta escuela acepta la DIVERSIDAD... porque cada uno es DIFERENTE a los demás. Acepta al niño con su manera de ser, con lo que sabe o no sabe..."

A comienzo del curso, en coordinación con la profesora de E.E. realizamos el programa a desarrollar a lo largo del curso en el que realizamos los horarios de ambas profesoras con las alumnas que estaban diagnosticadas y que acudían al aula de E.E: Inés, Eva, Verónica T., Mª Nieves, Verónica S. y Raquel.

Estos horarios sólo estuvieron en funcionamiento un par de semanas porque enseguida vimos que había un fallo: algunas alumnas se integraban en las aulas de EGB en las horas de Matemáticas y Lengua en los cursos de 6º y 7º y salían al aula de E.E. en las horas de Sociales y Naturales. En este primer horario yo trabajaba siempre dentro de las aulas ordinarias de EGB. Estaba muy ilusionada porque empezaba a trabajar de la forma que tanto había soñado los años anteriores. 

Así pues, tuvimos que realizar otro horario que subsanara esas dificultades. Las cosas cambiaron y en él yo tuve que trabajar con los grupos que se hicieron fuera de las aulas ordinarias la mitad del horario escolar.

Las alumnas tenían diferentes edades, estaban integradas en distintos cursos de la EGB y también tenía dificultades diversas. Dos alumnas tenían Síndrome de Down, las otras presentaban discapacidad intelectual, problemas de conducta... Todas tenían un gran desfase curricular.

Realizamos dos grupos:

*GRUPO I.

Alumnas: Inés, Raquel y Verónica T.

*GRUPO II.

Alumnas: Mª Nieves, Eva y Verónica S.

En el nuevo horario yo dejé de estar todo el tiempo trabajando dentro de las aulas ordinarias y sacaba a las alumnas del grupo que me tocaba, al aula de apoyo, a trabajar diversas propuestas.

1. Todos los días de 9 a 11,30:

-Lunes y jueves, grupo II. 

Trabajaba los factores madurativos: CMB, lenguaje, socialización y matemáticas.

-Miércoles y viernes, grupo I. 

Trabajaba: Esquema corporal, Estructuración espacio-temporal, CMB y socialización.

-Los martes ambas profesoras realizábamos en ese horario, psicomotricidad con este grupo de 6 alumnas.

2. De 12 a 13: 

.Acudía 4 días a la semana al aula de 2º de EGB, a la hora de Matemáticas en el primer trimestre y a la hora de experiencia durante los otros dos trimestres. No trabajaba sólo con Inés sino que atendía a otro alumnado del grupo clase que tenía dificultades (8 alumnos/as) y además, trabajaba con todo el grupo clase en coordinación con la tutora. 

3. De 13 a 14:

.Dos días en semana acudía al aula de 7º de EGB, en las horas de naturalescon Raquel, en la que trabajaba con material adaptado y a plástica por su gran dificultad a la hora de realizar los trabajos en esta materia (presentaba problemas en sus brazos debido a la talidomida).

4. Los martes de 12 a 14: 

Realizaba sesiones de psicomotricidad con los grupo clase de EGB

1º (1 sesión), 1º (1 sesión), 2º (8 sesiones), 3º (3 sesiones), 3º (3 sesiones), 6º (2 sesiones), 7º (2 sesiones) y 8º (2 sesiones)

Estas sesiones que estaban perfectamente programadas conjuntamente con los tutores/as, tenía como objetivo conseguir que TODOS los alumnos/as a través de sus VIVENCIAS corporales y la MANIPULACIÓN de objetos, DESCUBRIERAN E INVESTIGARAN distintos conceptos y aprendieran de OTRA FORMA y EN OTRO ESPACIO.




Todo el alumnado de cada curso de EGBque participaba en la sesión, realizaba los textos y los dibujos sobre lo trabajado en la sesión, comentando también lo que más y lo que menos les había gustado.





5. Jueves de 13 a 14, en el tercer trimestre: 

Una hora de coordinación y apoyo a los tutores en la que podía realizar varias tareas de revisión del alumnos/a, a través de distintas pruebas pedagógicas.



El curso anterior, acudía al aula de E.E. Rocío, una alumna que este curso recibía apoyo siempre en su aula ordinaria. Paulino, salía a trabajar una hora fuera del aula ordinaria y Abraham salía a las sesiones de Logopedia.

Ya desde el primer trimestre, me fui dando cuenta de  que entre la profesora de E.E. y yo, había problemas de coordinación en el trabajo de los distintos factores madurativos, porque al trabajar ambas con las mismas alumnas, había formas de trabajo que eran bastante diferentes. 

Al final del segundo trimestre, en el mes de marzo, solicité una reunión con el Equipo Directivo para intentar dar una solución a esta dificultad, solicitando un cambio de horario que nos permitiera realizar a cada una de nosotras trabajos y roles diferenciados. 

Después de dos o tres sesiones de debate, se decidió un nuevo horario en el que yo volví a trabajar siempre dentro de las aulas ordinarias.



A comienzos de curso, realicé la organización de mi trabajo y las programaciones







Para valorar los aprendizajes interiorizados por las alumnas, utilicé el Documento de seguimiento individual que habíamos elaborado el curso anterior en el Seminario Permanente "La integración del niño con necesidades especiales", en el que se recogía, en una rueda, los aprendizajes que iban interiorizando. Aquellos que cada alumna iba consiguiendo en cada curso, se coloreaban del mismo color y cada curso con un color diferente.



A principio de curso me reuní con los diversos tutores/as para comentar y aclarar cómo íbamos a realizar el trabajo con las alumnas en las distintas clases, qué materiales eran más idóneos y cómo se iban a adaptar... A lo largo del curso mantuve múltiples reuniones y entrevistas tanto con el profesorado como con las familias.

En las reuniones informales y en las que realizaba en el Seminario Permanente, comentábamos los problemas que surgían, la evolución de cada alumna y los aprendizajes que adquirían.

A lo largo del curso realicé:

-Documentos de observación de conductas.

-Pruebas pedagógicas a 4 alumnos/as de 2º EGB y 3 de 3º

-Adaptaciones de 2º de EGB de experiencia y 6º y 7º de Sociales y naturales.

-Completé las carpetas de Expedientes de alumnos/as con NEE que se abrió a cada uno de ellos/as

Otro de los campos que siempre ha sido muy importantes para mí, es servir de nexo y elemento coordinador entre los equipos de apoyo y el centro escolar. La coordinación con el EATAI, con el EPOE y con Equipo Psicopedagógico Municipal fue buena, pero bastante escasa porque vinieron muy poco por el colegio. El contacto y la coordinación con otros/as maestros/as de apoyo a la integración del municipio, no se pudo llevar a cabo.

En mi memoria final de curso recojo diversas propuestas y conclusiones:

-Con respecto a los horarios: "...no me parece eficaz el cambio constante de personas, compañeros, normas... a las que han estado sometidas las alumnas con los horarios anteriores. Por ello, propongo para el curso próximo, que se realice un horario coherente desde el principio de curso en el cuál los alumnos tengan como eje central a su tutor/a y como atención individualizada a uno de los maestros de apoyo"

-Con respecto a las adaptaciones curriculares: "...Evalúo como muy positiva la labor de realizar las adaptaciones ya que todos/as hemos aportado nuestros conocimientos y experiencias a la hora de realizar los distintos materiales. Así mismo, ha sido muy beneficioso que los temas fueran adaptados por los profesores que posteriormente los trabajaban en el aula ordinaria, aunque no ha sido así en todos los casos".

También recogía: "...No se trata de que en el Proyecto Pedagógico se haga mención de la Integración de niños con deficiencias o problemas de aprendizaje, como una especificación del centro, sino de que aquél esté imbuido de la filosofía del RESPETO Y ATENCIÓN A LAS DIFERENCIAS INDIVIDUALES".

Las propuestas para el curso siguiente 1991-92, las recogí en un listado de 12 puntos que terminaban: "...Todos debemos adoptar una ACTITUD ABIERTA Y FLEXIBLE, para que entre todos podamos cambiar el viejo refrán que reza: "CADA MAESTRILLO CON SU LIBRILLO" por otro que diga: MAESTRILLO ¿VEMOS NUESTROS LIBRILLOS?



A lo largo de todos mis años de trabajo he considerado que era importantísimo participar activamente en toda la organización del centro y proponer actividades y eventos que dinamizaran la participación de todo el alumnado del centro. Siempre he colaborado en la preparación de diversos actos y en todas las excusiones, fiestas... En este curso realizamos unos carnavales en los que la creatividad del alumnado y profesorado fue enorme.



Siempre he sido muy consciente de que si quería que los centros educativos en los que trabajaba dieran un salto cualitativo, cuantitativo y cooperativo en la construcción de la diversidad, era imprescindible que se crearan espacios de trabajo, con tiempos concretos para trabajar en equipo junto al profesorado y así poder cambiar la mirada y transformar las prácticas educativas. 

Los Seminarios Permanentes primero y los Grupos de Trabajo después (cuando los primeros se transformaron en los segundos), reunían todas esas características. De ahí mi insistencia en crearlos a nivel de centro, cada vez que llegaba a un nuevo centro. En este colegio también creamos el Seminario Permanente. 

La práctica y los resultados obtenidos en el Seminario que funcionó tres cursos en Olivares, y mi experiencia participando en los otros Seminarios Permanentes Intercentros como los de "Psicomotricidad" y "La integración del niño con dificultades especiales", me llevaba a crear este curso un nuevo Seminario Permanente en el CEIP Lepanto. Los Seminarios tenían, además, para el profesorado dos ventajas que eran interesantes: a los participantes les certificaban 20 ó 40 horas de formación y además, nos daban un dinero para poder comprar material. 

Así que pusimos en marcha el Seminario Permanente "Orientación y Seguimiento del alumnado con NEE" en el que participaban maestros/as de los distintos ciclos de EGB.

En una vieja carpeta, aún conservo las programaciones del tema de las plantas y los animales y los trabajos realizados por un alumna de 2º de EGB y el que realizó del mismo tema, una alumna de 2º EGB con NEE. He de comentar que no era una programación centrada en un libro, sino en tareas que conformaban el tema (puedo decir que era ya prácticamente un trabajo por proyecto).









En la memoria del Seminario se recoge la revisión de los objetivos planteados, la metodología seguida, las actividades realizadas...

En este curso realizamos un Proyecto de Huerto. Yo ya tenía también mucha experiencia de los cursos anteriores en el CEIP Los Eucaliptos, en este tipo de proyecto que llevaron a cabo las maestras del ciclo de Preescolar. 

A lo largo de todo el curso participé muy activamente en todas las actividades y propuestas escolares y extraescolares que realizamos en el colegio y que por suerte, en este centro eran muchas y muy variadas, pero siempre educativas. El curso terminó con la fiesta fin de curso.



En mi libro Aulas Inclusivas. Experiencias Prácticas recojo algunos párrafos sobre este centro:

El colegio Lepanto en Mairena del Aljarafe, al que llegué con destino definitivo en el curso 1990-91, tampoco era un centro de integración. No habían conseguido serlo la primera vez que lo intentaron en el año 1987, ni en los primeros tiempos de mi estancia en él. Así que vuelta a empezar. Fueron tiempos de mucho esfuerzo y lucha sin tregua hasta que por fin también lo conseguimos.

Pero la situación de las aulas de integración y de los centros integradores era muy compleja. Los tres centros públicos del pueblo habíamos conseguido ser integradores, pero los colegios concertados y privados ni siquiera contaban con un aula de apoyo a la integración.

Mientras que todos los centros del municipio no fueran centros de integración y que cada alumno fuera al centro que le correspondía, no era posible hacer una buena atención a la diversidad e integración. Los centros públicos estaban colapsados porque a ellos acudían los alumnos con discapacidad de todo el pueblo.

Mis estudios de Psicología continuaban. En el curso 190-91 me matriculé de las materias:

-Psicología Educacional.

-Psicodiagnóstico.

Yo seguía con una buena planificación y con horario de estudios para poder compaginar todo lo que en ese curso hacía.




De este curso también conservo algunas papeletas de notas y los justificantes de haber acudido a hacer los exámenes.



Mi formación continuaba con la lectura de artículos, investigaciones, libros que leía y/o estudiaba...





Y como cada año, mi participación en diversas jornadas, encuentros, seminarios, cursos...

-Curso PSICOMOTRICIDAD.  Castilleja de la Cuesta (Sevilla) del 15 al 23 de Noviembre de 1990. 20 horas.

-Curso USO DEL MATERIAL DIDÁCTICO EN MATEMÁTICAS CI Y CM. Mairena del Aljarafe (Sevilla) del 22 de noviembre del 90 al 8 de Mayo de 1991. 30 horas.

-Seminario DESARROLLO DE LA CREATIVIDAD EN EL AULA. UNED de Sevilla. Abril de 1991. 10 horas.

-Seminario EVALUACIÓN Y TRATAMIENTO CONDUCTUAL DE LOS TRASTORNOS OBSESIVOS-COMPULSIVOS. UNED, Sevilla. Marzo de 1991. 10 horas.

-IV JORNADAS DE REFORMA. Mairena del Aljarafe. del 8 al 11 de Abril de 1991. 16 horas.

-Seminario Permanente LA INTEGRACIÓN DEL NIÑO CON NEE. Curso 90/91. 40 horas.

-Seminario Permanente ORIENTACIÓN Y SEGUIMIENTO DE ALUMNOS CON NEE. Mairena del Aljarafe Curso 90/91. 40 horas.

-Seminario Permanente PSICOMOTRICIDAD. Curso 90/91.40 horas.







En el II Encuentro Provincial de Psicomotricidad, presentamos la comunicación titulada "Detrás de las telas".




Investigar, analizar y reflexionar sobre distintos temas relacionados con la forma de aprender y sobre las prácticas educativas en general y sobre la mía en particular, siempre me ha parecido fundamental porque me hacía aprender muchísimo. En este curso realicé un trabajo muy interesante sobre la relación que había entre la Dependencia e Independencia de campo y el rendimiento de los alumnos.

En este curso, el 3 de octubre de 1990, se aprobó la LOGSE (Ley Orgánica de Ordenación General del Sistema educativo), que supuso bastantes cambios.

Los medios de comunicación se seguían hacían eco en diversos artículos, sobre temas relacionados con la integración. 



También es este curso hubo movilizaciones del profesorado y yo hice bastantes jornadas de huelga.


Un curso agridulce en el que tuve que trabajar y pelear mucho por la integración, pero pude comprobar cómo a medida que el curso avanzaba, se iba consolidando la necesidad de hacer cambios que contribuyeran a una mejor integración del alumnado con NEE y de otros alumnos/as que también presentaban dificultades diversas.

Con la fiesta fin de curso, llegaron las ansiadas vacaciones. En ese verano viajé a Madeira. Un bello recorrido por una isla maravillosa conociendo sus costumbres, sus paisajes, su cultura y sus gentes visitando Funchal. S. Gonçalo .Canico. Camacha. Santa Cruz. Machico. Santo da Serra. Porto da Cruz. Monte. Faial..Santana. Pico dos Barcelos. Estreito de Cámara de Lobos. Quinta Grande. Campanario. Ribeira Brava. Serra de Agua. Sao Vicente. Paúl da Serra. Seixal. Ribeira da Janela. Porto Monix. Casa de Elías. Canhas.


...CONTINUARÁ...

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